domingo, 29 de marzo de 2009

2009 IV

Llegamos en la mañana a valdivia, y más o menos como a las dies de la mañana llegamos a la isla. Comentarios de lo "linda" que estaba, de lo delgada,de lo parecida a mi mamá que era iban y venian, pero de pronto, muy de pronto diría, la situación cambió. En la tarde llegó mi tío, más bien enojado, y comenzó con el tema de la comida, como si supiera de la situación. Comenzó a agredirme, y me dijo cosas muy hirientes sobre mi aspecto, yo simplemente lo ignoré, lo único que me preocupaba era el como sabía ciertas cosas y el porque, pero no me demoré mucho en saberlo.
Mi papá llamó a mi tío esa mañana, y le contó todo lo ocurrido en santiago. Lo llamó solo para joder, para él hacerse la victima ante la situación, para decirle que yo estaba así porque mi mamá no me alimentaba, y miles de otras cosas por el estilo...hijo de puta.
Lo logró, arruinó mis vacaciones. Los tres primeros días fueron un caos, llenos de peleas, gritoneos, y todos causados por mi "problema".
Al cuarto día decidí seder, es decir, comer. Comer todo lo que me dieran, y vaya que era mucho, pero bueno, no podía seguir siendo así de egoísta. El resto lo estaba pasando pésimo, y estas eran vacaciones, así que, en fin..a "disfrutar".
La semana siguiente me fuí a pucón donde mis otras primas, y wau, que cosas no pasaron.
Salí todas las noches, conocí muchísima gente. Me facinaba estar ahí. Aparte era la "más delgada" del gran grupo, y todos me lo hacían notar, y me encantaba eso. A todo esto, hace días que no sabía nada de mi pololo, y me tenía pésimo. Sentía otro extraño y asqueroso presentimiento. Una horrible angustia, pero bueno, en ese momento me dediqué a pasarlo bien, a conocer mucha gente, por cierto muchos hombres, que "querían conmigo", en fin..cientos de cosas.
Al fin de esa semana volví a la isla, para estar un par de días y después volverme a santiago.
Ya no me sentía anoréxica, y vaya que no lo parecía, sentía como si hubiese subido cientos de kilos, pero ya no tenía la necesidad de no comer. Quería llegar a santiago, ver a mis amigos y a mi pololo, a mi mamá...tenía ganas de seguir sintiendome linda, tenía ganas de seguir pasadolo bien...

2009 III

Estaba tan confundida, pero bueno -pensaba- ya estoy de vacaciones, me servirá para calmar todo, meditar. Pensar sobre muchas cosas.
Y llegó aquel día, martes 13. Era el día en que empezaría mi "tratamiento" con el grupo de nutriologos especializado en niñas con mi problema.
Antes de salir, ya estaba de malas, ya que no tenía nada que ponerme. Con todo me veía como una "niña normal", y yo me quería ver lo más enferma posible (es muy raro decirlo).
Llegé a la clínica, con el bueno para nada de mi papá. Me senté a esperar. Miraba a todo el mundo, y de diferentes consultas, de diferentes piesas, salían señoras gordas, niñas delgadas, de todo... yo solo miraba.
Porfin llegó mi turno; digo porfin ya que estaba cansada de tanta espera. La nutriologa se hizo la "simpática" conmigo, y me empezó a preguntar cosas. Lo primero que le dije yo a ella fue que si podiamos hablar solas, sin mi papá haciendo presencia en la consulta, pero me dijo que no, ya que como era la primera vez que iba ahí tenía que estar con mi papá.
Cometí el gran error de contarle mucho a esta señora. Le conté sobre las veces que intenté vomitar; de que hacía más ejercicio cada vez que sentía que comía mucho, etc.
Después hizo salir a mi papá ya que examinaría. Me hizo sacarme la ropa y quedar solo en ropa interior. Las lágrimas no aguantaron más, salian solas...necesitaba un escape. La pesa marcaba 5 gramos más que la última vez, es decir, 47.5 kilos ...y un IMC de 18.3, lo que quiere decir es que estaba al borde de la normalidad. Solo quería gritar y destrozar algo...destrozarme a mi. Tanto esfuerzo para nada, para absolutamente nada, era alguien normal, claro por fuera. Como siempre dije que era, una gorda con mente de anorexica, dios me quería morir, y aún no era lo peor...
Después de eso hizo entrar a mi papá y le pasó una "dieta" que tenía que seguir. Ésta comenzó a leerme lo que había puesto en ese papel. Me vino un ataque de rabia y de histeria. Yo solo lloraba y miraba por la ventana. Al terminar de leer la "dieta" me pregunto:
-Y bueno, espero tu colaboración okey?, son solo 2 kilos. ¿ Cooperarás ? - y en ese minuto tompe mi bolso y salí de la consulta, enfurecida. Todos en la sala de espera me miraron con cara de incertidumbre, pero yo solo lloraba y corría hacia la sálida.
Mi papá me llevó a mi casa, pero no encontró nada mejor que contarle a mi mamá sobre mis cercanías con la bulimia.
Cuando mi mamá llegó a la casa, todo fue un infierno, más de lo que ya lo había sido en la tarde. Gritos, llantos, peleas, y al borde de los golpes estuvo eso.
Ese mismo día, mi pololo y único apoyo en esos momentos, estaba desaparecido. Estaba de vacaciones, fuera de la ciudad, desconectado de todo...justo ese día, en donde más necesitaba un cálido abrazo con un sincero te amo.
Al día siguiente me iba de vacaciones, a la isla de mi tío. Yo solo me quería ir y despejarme. Allá nadie sabía de mi, ni quien era ni como era. Podría hacer lo que quisiera, y escusandome con cosas baratas podría safarme de la comida. Sería feliz, muy feliz...pero no fue así.

jueves, 26 de febrero de 2009

2009 II

Era un día antes de partir a nuestra gira en ballet, en la que pasaríamos por quillota-maitencillo-viña.
Terminó la clase y partimos a camarines a cambiarnos rapidamente porque había reunión con las mamás para afinar detalles sobre el viaje. Me vestí rápido y subí junto a mis compañeras. Los ojos de todas las mamás tomaron el tamaño de un huevo frito. Me miraban boca abierta y comentaba entre ellas "¿ESA ES LA ISIDORA? ¡POR DIOS QUE FLACA ESTÁ! ESA NIÑA ESTA EN LOS HUESOS ¡ESA NIÑA NO COME! ..." yo ignorando su supuesto malestar. Me gustaba que me dijeran que estaba delgada, por supuesto que sí.
Terminó la reunión, y me subí al auto de mi compañera de ballet, ya que su mamá me llevaría a mi casa. El trayecto transcurrio tras la larga y repetitiva conversación sobre mi estado. De que estaba "verde", de que no me veía bien, de que no estaba comiendo y eso estaba mal y de que en la gira me harían comer. Yo solo asentía y me reía, pero por dentro la frase de "en la gira vas a comer" daba vueltas y vueltas, y le tenía pánico.
Llegó el día, y partimos. En quillota nos fue muy bien, estrenabamos coreografía nueva, y ésta era el vals del lago de los cisnes. Los comentarios eran sobre lo magnífico que lo habíamos hecho, y a mi me llegaron comentario de lo mucho que yo había resaltado. Después en maitencillo nos dedicamos a ensayar para el concurso en viña, y bueno, también a pasarlo bien.
Después partimos muy temprano a viña, todas listas para concursar. Llegamos a las nueve de la mañana allá a marcar piso, ya que esto comenzaba a las una. Estabamos ya todas listas, y con un poco de nervios, nada fuera de lo normal. Pasaban las una , una y media, dos de la tarde y aún nada había comenzado. Al parecer tenían "problemas técnicos" por los cuales el sertamen comenzó las cinco de la tarde. Estabamos todas enfurecidas y desmotivadas. Los nervios se habían transformado en enojo, y la concentración se había vuelto desesperación para que esto terminara rápido. Bailamos todo, entre esos mi solo, en el cual me baje de las puntas en un momento ya que huo un problema con el piso, ¡fatal! . Terminamos de bailar a las once de la noche, y la premiación fue cerca de las 2 de la madrugada. En las danzas grupales ganamos en todas primer lugar al igual que en mi dúo de "las hermanastras" con mi compañera y amiga melanie. Dos compañeras ganaron tercer lugar en solistas, melanie sacó segundo en su solo al igual que yo y mónica ganó primero.
Durante todo el sertamen sentí la angustía y la presión de que tenía que demostrar lo mejor de mí , como si fuese mi última presentación, y por eso quede tan enojada con mi segundo lugar en mi solo...el cual no era malo obviamente.
Sentí como si hubiese sido la última vez que danzaría, la útima vez en que demostraría al mundo todo lo que amo, porque tenía claro que lo que estaba por venirse no era nada de sencillo ...

martes, 17 de febrero de 2009

2009 I

Como un perro arrepentido que la cola entre sus piernas tenia estaba, esa era yo. Me vigilaban todo el día, que comía y que no, que hacía y que no, donde iba y donde no. La pesadilla cada día se agrandaba más.
Llegó el día de ir al psiquiatra. Yo muy desganada, con una cara de veinte metros de larga y diciendo que no quería ir, aparte no sé porque mi mamá decidió que yo fuera con mi papá... cual era la idea?, sabe que no me llevaba bien con él, que no lo quería para nada, entonces porque, si supuestamente esto era para ayudarme?! , la respuesta era simple. Mi mamá, ya "cansada de los problemas" seguramente decidió no preocuparse de mis estúpideces y lavarse las manos mandandome al psiquiatra con el estúpido de mi padre.
Llegamos a la consulta, y yo desesperada porque tenía ensayo. Mi profesora sabía que llegaría un poco (bastante) retrasada al ensayo por que tenía hora al médico, pero obviamente no sabía a que tipo de médico.
Entre a la consulta, y miraba la estúpida cara de la psiquiatra, que para peor, me conocía. Era prima lejana de mi papá y me había visto cuando pequeña.
Partió conversandome y preguntandome de mi vida; haciendose la simpática, y yo con fríos "si" o "no" le respondia todo. Después de todo ese rato perdiendo el tiempo, empesamos a hablar de mi problema. Las lagrimas me caían, una tras otras. Era una llave abierta, una pequeña cascada en la que mis mejillas eran las rocas por donde iba callendo el agua. No quería seguir hablando, yo ya me quería ir, pero aún faltaba. La psiquiatra me examinó entera, me peso y me midió, que era lo que yo menos quería. Al borde de la desesperación me apegaba a mi silla y le rogaba porfavor que no me pesara, que no quería eso, yo ya sabía. Que pasaba si había engordado? ; la amenazaba y le decía que sería peor para esto, y que si ella quería que me mejorara no me pesara. Pero en fin, no escucho mi súplica, y me peso. La pesa marcó 47 kg, y yo me quería morir, sentí que el mundo se me vino encima. Sentía los 47 kg encima de mi, como si un piano hubiese caido de una azotea y me aplastara. Aquel gusano aplastado era yo, al borde de la demesia e histerica por lo de la pesa, al borde de los gritos le decía que me quería ir, que no quería más de esa mierda. Cuando yo ya me encontraba un poco más tranquila, (solo un poco), hizo entrar a mi papá, y le dió el nombre de una nutriologa y un equipo de psiquiatras para que fuera a ver...era definitivo, yo estaba loca.
Ya nos habiamos ido de la consulta, y el tiempo pasaba al igual como las lagrimas bajaban por mi mejilla. Llegé a ballet corriendo como nunca, entré al camarín, y escuchaba la música, una vez tras otra. El ensayo había comenado hacía mucho, y yo lo más rapido que pude me coloqué mis zapatillas, me hice mi tomate, me sequé las lágrimas, y entre como si nada al salón. Mis compañeras y la maestra me invadieron en preguntas, y yo simplemente dije que fui por "rutina". Obviamente mi maestra no me creyó, y al ver un moretón muy grande y morado que tenía en mi brazo me dijo " y te mandaron hacer exámenes no?" y yo le dijo que sí, pues era verdad, y aparte, los exámenes se los hace cualquiera (le insistí con que eran solo de rutina). Me volvió a mirar y me dijo "y ese moretón?, no me sorprende que fuese por anemia. . . "
Mi maestra, lejos es la persona más sabia y adivina que conosco.
Llegaron los exámenes a los días después, y como dijo mi sabia maestra, los resultados mostraron anemia.

jueves, 12 de febrero de 2009

2008 XVI

Finalmente llegó el estreno de la cenicienta, que era el ballet de fin de año, por él que tanto había trabajdo, y vaya que valió la pena todo el esfuerzo. No solo salió fantástico, si no que me sentí fantástico, todas en verdad. Mis amigas de ballet y yo estabamos más contentas que nunca. Una noticia buena por lo menos que recibiera. Después de esto aún no se acabaría el año de ballet aún, ya que teniamos el concurso en viña del mar en enero, y teníamos que seguir trabajando, pero a mi me emocionaba, ya que es la única forma en que me despejo de toda la peste que vivo, que hasta ese momento no se me ocurría lo que estaba por venir.
Esa mañana era la decisiba, esa mañana me iría a pesar. Venía escusandome de éste momento durante mucho tiempo, así que no más. Me largé muy temprano de mi casa y fui a pesarme, la pesa marcó los 46 kg y marcó un IMC de 17. Estaba muy feli, muy muy feliz, mi alegría en ese pequeño momento era infinita...pero vaya que fue pequeño el momento. Llegué a mi casa y deje el papelito en mi velador, mientras fui a hacer otras cosas. En esos momentos en que yo no estaba subió mi mamá y lo leyo, y vió que tenía subrayado mi peso, y mi peso sin grasa (que era de 44 kg), y en eso yo volví a mi pieza, y estaba ahí mi mamá, sentada en mi cama, con la peor cara que podría tener.
-"Que significa ésto isidora!?" - me gritó - " Porqué, porqué mierda estas haciendo ésto, tu crees que yo no sé? que soy tonta? que voy a creer que esto es normal? que tu actitud de mierda acaso no se debe a ésto? - me seguí gritando, y yo no decía ni una palabra- "porque! porque todos los problemas me pasan a mí - decía ella - me puedes explicar porque lo haces hija, dime porque?" ...
Fue todo un caos, yo no podía decir nada, salían palabras de mi. Mi ser estaba por los suelos, más que nunca. Solo lloraba y pedía perdón, era lo único que hacía. En eso subió mi hermano juto a mi abuela muy preocupados, y bueno...se enteraron de todo. En ese momento, todo lo que logré decir, todo lo que logré hablar sono muy victimizante, sonaba como una victima más de Ana, y mi mamá decidió pedirme hora al psiquiatra.
Yo por una parte quería asistir, ya que quería volver a recuperar mi felicidad, volver a ser la misma de antes, pero por otra parte, no quería. Que verguenza ir, que pensaría el o la psiquiatra, "oh aquí viene otra gorda loca que se cree anoréxica", porque eso es lo que era. Me veía alguien normal, común y corriente, no parecía padecer anorexia, no lo parecía!

2008 XV

Me había transformado en una persona terca, amargada, solitaria, egoísta y depresiva. Mis días consistian en ir de mi casa a ballet (y lo más temprano que pudiese), de ballet a mi casa y en contar calorías. Con la única persona que hacía "vida social" era con Eduardo, que claro cuando estaba con él, si le decía que estaba mejor, pero era demasiado notorio que no era así.
Sentía que ya no tenía amigas, ni el apoyo ni comprensión de nadie, a esepción de Eduardo, que sentía que era él único que me apoyaba. Ya no sabía quien era, estaba agotada, era un cuerpo sin vida. Mis pensamiento estaban agotados al igual que mi ser. Camiaba sin rumbo, sin estar segura a lo que quería, siendo falsa en todos lados. En ballet me mostraba lo más normal del mundo, ya que es en el único lugar en el que me despejaba, el único lugar en el que me olvidaba de toda la mierda que abundaba en mi, pero de que me servia? si ponía un pie en mi casa y volvía a este infierno.
Que vida la mía no?, padres separados, un papá mediocre y borracho, una abuela con cáncer, una mamá trabajolica, un hermano...que bueno no tengo nada con que quejarme de él, y yo? yo una maldita anoréxica, y que lo peor de todo es que físicamente no lo parecía, seguía siendo el mismo cerdo de siempre.
Un día, la Nacha me llamo urgente para que nos juntaramos, y yo no entendía porque, si ella había sido la encargada de no hablarme más, pues era obvio en verdad, quien no se cansa y aburre de una persona como yo?, en fin no era el punto. Nos juntamos, y fue directo al grano. Unas chicas de mi colegio, de un curso mayor que yo, había encontrado mi página blogspot, en donde tenía publicado todo, todo lo que sentía, todo lo que me pasaba, en todo lo que me estaba transformando, todo todo todo. Y no encontró mejor panorama, que mostrarselo a sus amigas. DIOS MIO! que iba a hacer ahora? - exploté - Ahora todo mi maldito colegio se enteraría de mi maldito problema. Si era diciembre, y no los vería hasta el otro año, pero qué? , seguro no se olvidarían, y seguro que seré el hasme reir de todo el colegio, seré la maldita obesa que cree ser anoréxica. Suena patético no?, pues si, lo era...
Todo el mundo se me vino abajo, ya no sabía que hacer! ya no podía más. Aparte del daño que yo ya me estaba haciendo se sumaba todo el daño que me comenzaba hacer el resto. Siento que escurría más sangre por mis lagrimas que en los cortes de mis brazos. Pero que infierno en el que comenzé a vivir

2008 XIV

Volví de Córdoba, y vaya que pasaron cosas. Partiendo por mi primer lugar como solista. Ese lejos ha sido el momento mas feliz de mi vida, en el que las lagrimas que corrian por mi mejilla por primera vez no eran de pena, no eran de rabia, eran de alegría, pues quien no estaría alegre? había salido la mejor bailarina de latinoamerica, campeona interamericana de danza. He ahí la parte alegre...
Comi como un cerdo, como alguien desesperado, deben haber sido fácil unas 2500 calorías diarias, si es que no fue más. Perdí todo control que había logrado sobre la comida. Lo peor es que después de comer, en las noches, lloraba a escondidas como una patetica. Es así como de a poco me di cuenta de lo dependiente a que era de esto, que me era imposible mirar un plato de comida sin contar antes todas las calorías. Las calorías de todos los alimentos, todo detalle, todo estaba friamente cálculado.
Llegué a Chile, y al día siguiente me junté con Eduardo, que lo había extrañado demasiado, fue toda una semana sin verlo. No me dijo nada, no recibí ningun comentario sobre mi físico de parte de él, y hasta ahora de nadie, pues era obvio, había engordado. Nadie te dice cuando estas gorda pero si cuando adelgazas.
Al día siguiente iba a ir al colegio, aunque no debía porque, ya que por mis buenas notas estaba eximida de todo examen final, pero yo iría para ver a mis amigos, quienes también sentí que me hicieron mucha falta en mi ida a Córdoba, aparte después de que ellos dieran las pruebas, las chicas nos iriamos a la casa de la Nacha, a bañarse en la piscina , aunque yo me iría más temprano porque tenía ensayo en ballet...en fin. Llegué al colegio, y recibí muchos abrazos, muchas preguntas de como me había ido, y otras muchas felicitaciones por mi primer lugar. También recibí comentarios de dos amigos de que estaba "mucho" más delgada, y yo los miraba con cara de "porfavor no mientan!".
Terminaron de dar las pruebas, y nos fuimos a la casa de la Nacha. Yo notaba un poco de tención en el ambiente, pero supuse que era obvio ya que me había ausentado toda una semana, en la que muchas cosas podían haber pasado, de hecho el viernes de la semana en que yo no estuve, se había juntado las chicas a "hablar de la vida" y todas contaron sus problemas, se desahogaron y lloraron, y todas hablaban de eso y de lo bien que les había hecho. Yo, muy débil , esperaba a que me preguntaran como estaba, y así yo poder explotar , y de una vez contar a todas mi maldito problema!
Nos subimos a la micro, y ellas comían un paquete grande de papas fritas, una de mis tentaciones número uno. No acepte ninguna, de las millones de veces que me ofrecieron , niguna acepte. Me setía fantástica, estaba logrando autocontrol! Después al llegar a la casa de la Nacha, comenzaron a comer galletas, y guau si que esas me tientan!, pero tampoco acepte ninguna. La última vez que una amiga me ofreció, y yo dije que no , me miró y me dijo "Vas a desaparecer". Me lo dijo con una voz tan, pero tan fría, que me dió mucho susto. No por lo de que iba a desaparecer, si no porque se le notaba muy enojada.
Después decidieron meterse a la piscina, y yo para evitar mostrarme, no lleve traje de baño, lo cual fue en vano ya que me prestaron uno y me re insistieron, así que para que no se enojaran, asentí. Estuve un par de segundos con el bikini ese, meti unos pies al agua, y me escuse con que tenía frío, para poder ponerme mi ropa de vuelta. Ellas lo estaban pasando fantástico en la piscina mientras yo contaba los segundos para irme.
Después, fatal, vino el almuerzo. Ellas cocinaría pasta, con salsa roja y vienesas, y yo , ni loca comería eso! así que le pregunte a la Nacha si es que por casualidad tenía ensalada. Me miró, y puso los ojos en blanco, y no me dijo nada, así que yo le insistí porque pensé que tal vez no me había escuchado. Se dió vuelta, me miró y me gritó, y me dijo que esto no era un restoraunt, que no era "a la carta" y que si ahí tenía ensalda y que la sacara. Se enojó mucho.
Nadie hablaba...o más bien nadie me hablaba. Me comí mi ensalada y una vienesa.
Al rato les pregunté si podiamos hablar, de como estaban, como se sentían, etc, solo para aprovechar el momento y contarles de como estaba yo. Lo único que recibí fueron un par de gritos y un "callate, hoy no". Me dí cuenta de que un hoy no, sería un nunca...
Después de almuerzo, dije que me tenía que ir, que tenía ensayo muy temprano, y siempre cuando una se va sola y antes, acompañamos a aquella persona al paradero de micro, para que no le pase nada, lo mío fue algo distinto;
-"me voy, tengo que ir a ensayo"- dije- " Bueno, chao". Nada más, no dijeron nada más.
Apenas salí de su casa llore como nunca, con una angustia inmensa. Y fue en ese momento cuando me dí cuenta de que Ana se había vuelto mi única amiga. De que estaba sola, y de que mis prioridades habían cambiado. No sabía si odiar a la maldita Ana , que era la culpable de alejarme de mis amigas, o simplemente hacer borrón y cuenta nueva y seguir con Ana. Lamentablemente eso fue lo que hice.
Yo sabía que había cambiado, y que era todo gracias a Ana. Yo era una persona sumamente alegre, encargada de hacer reir a todo el mundo. De que si salian a algun lado ahí estaba yo, no me perdia nada, pero ahora...ahora era un zombi amargado con la apariencia de una vaca.
Estaba convertida en un mounstruo...